Para llegar a esta conclusión, han tenido muy en cuenta la historia contada por Pepe; un pescador de Tazones. A Pepe se le hundió la barca y acabó en un islote, donde estuvo siete días viviendo en solitario. Al sexto día, decidió construir una balsa con los restos de madera de su barco pesquero.
Cuando Pepe tenía ya casi concluida la balsa, avistó algo mar adentro.....parecía otro náufrago. Poco a poco se fue acercando al islote y pudo comprobar que una mujer con un flotador quería compartir con él, su trozo de tierra y puede que algo más.
Esto hizo que Pepe tuviese que cambiar sus planes. No le quedó más remedio que abandonar la construcción de la balsa
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